Bienvenidos al blog de Dime si se puede. Hoy hablaremos sobre uno de los platos más populares de la gastronomía española: la fabada. Además, resolveremos una de las preguntas más frecuentes sobre ella: ¿se puede congelar la fabada? Si eres un amante de este plato y quieres asegurar su conservación adecuada, sigue leyendo. Aquí te contamos todo lo que debes saber.
¿Qué es la fabada y por qué es un plato popular?
La fabada es un plato típico de la gastronomía asturiana que se ha vuelto muy popular en toda España y en el extranjero debido a su exquisito sabor, especialmente en los días de frío. La base de la fabada son las alubias blancas, también conocidas como fabes, que se cocinan con un compango de chorizo, morcilla, lacón y panceta para darle un sabor único. Este plato es un verdadero manjar para los amantes de la gastronomía asturiana y se ha convertido en un pilar de la cultura gastronómica en España.
Orígenes de la fabada
El origen de la fabada se remonta a la Edad Media, cuando las personas que vivían en las zonas rurales de Asturias necesitaban un plato que proporcionara la energía necesaria para llevar a cabo el trabajo diario. Por lo tanto, la fabada se convirtió en un plato básico, sencillo y nutritivo que se popularizó en toda Asturias. Con el tiempo, la fabada se ha convertido en un plato tradicional que se ha extendido por toda España, conquistando paladares y ganando adeptos.
Ingredientes esenciales para una fabada perfecta
La fabada asturiana es un plato que requiere de ingredientes de calidad y una cocción adecuada. El ingrediente principal son las alubias, que deben ser de primera calidad, como la faba asturiana Granja, que es una variedad suave de piel y mantecosa. El compango, que consiste en chorizo, morcilla, lacón y panceta, debe ser de elaboración artesanal y de alta calidad.
Para conseguir que las alubias queden tiernas, se deben remojar con agua fría la noche anterior al cocinado y cocerlas a una temperatura adecuada durante el tiempo necesario. También es importante saber cuándo añadir las distintas carnes y no mezclarlas entre sí, para que no afecten el sabor del conjunto.
En la actualidad, se acepta congelar las fabes frescas en caso de no disponer de las secas, aunque se recomienda seguir el proceso tradicional para una mayor personalidad y sabrosura del plato. En general, la elaboración de la fabada requiere de cuidado y dedicación para lograr una mezcla sabrosa y delicada.
En conclusión, la fabada asturiana es un plato típico y delicioso que ha ganado gran popularidad en todo el mundo. Es importante seguir los pasos adecuados para prepararla y utilizar ingredientes de alta calidad para disfrutar de una fabada deliciosa y auténtica.
¿Es recomendable congelar la fabada?
Beneficios de congelar la fabada
La fabada es una opción excelente para congelar, ya que su sabor y textura se mantienen intactos. Las legumbres son una fuente rica de proteínas, fibra y carbohidratos complejos, lo que las convierte en un alimento saludable y nutricionalmente beneficioso. Además, las legumbres contienen poca agua, lo que evita que las bacterias proliferen rápidamente y pueden durar meses o incluso años en el congelador sin perder su calidad.
¿Cómo congelar la fabada correctamente?
Para congelar la fabada correctamente, es esencial utilizar recipientes aptos para el congelador y asegurarse de que la fabada esté completamente fría antes de congelarla. Es recomendable dividirla en porciones individuales o dobles para facilitar su descongelación y evitar desperdiciar comida. Luego, es importante etiquetar el recipiente con la fecha de congelación y almacenarla en un congelador a -18°C para que la fabada esté congelada adecuadamente.
¿Cómo descongelar la fabada congelada?
La fabada debe descongelarse lentamente y sin semblante de cocción, asegurando que la temperatura entre uniformemente en el interior. La manera más segura es trasladar el recipiente del congelador al refrigerador y dejar que se descongele allí. Nunca se debe descongelar la fabada a temperatura ambiente o en el microondas, ya que esto afectaría su sabor y textura. Luego, se puede calentar a fuego lento en una cazuela con algo de agua, siendo importante no mezclar las carnes entre sí durante la cocción y cuidar que no se rompa la fabada.
Consejos para conservar la calidad de la fabada congelada
La fabada congelada puede ser una excelente opción para aquellos días en los que no se dispone de mucho tiempo para cocinar. Para conservar la calidad de este plato tradicional asturiano, es importante seguir algunas recomendaciones. La fecha recomendada para consumir la fabada congelada es de tres meses. Después de este tiempo, la calidad del plato puede verse afectada.
Para congelar la fabada, es importante que el plato esté completamente frío antes de llevarlo al congelador. Además, se debe asegurar que la fabada esté en un recipiente adecuado y hermético para evitar la pérdida de sabor y textura. Una buena opción es congelar la fabada en porciones individuales o dobles para tener una comida rápida y fácil cuando se necesite.
Fecha recomendada para consumir la fabada congelada
La calidad de la fabada congelada puede verse afectada con el tiempo, por lo que se recomienda consumirla antes de los tres meses. Después de este tiempo, la textura y el sabor del plato pueden no ser los mismos. Es importante almacenar la fabada en el congelador en un recipiente adecuado y hermético para mantener su calidad.
¿Se pueden congelar otros platos similares a la fabada?
Las legumbres en general se pueden congelar muy bien, lo que las hace ideales para tener en el congelador para cuando se necesite. Sin embargo, no todos los platos funcionan bien al ser congelados y recalentados. Las legumbres son una excepción a esta regla. Además de la fabada, otros platos similares que se pueden congelar con éxito son los guisos de lentejas o garbanzos y las sopas de legumbres.
Es importante destacar que los ingredientes que se utilicen para elaborar estos platos también son relevantes para su éxito en la congelación. Las legumbres crudas se congelan muy bien, ya que no tienen mucha agua, lo que impide que proliferen las bacterias. Por otro lado, las legumbres cocidas o hidratadas se pueden congelar para ahorrar tiempo, pero se debe tener cuidado con la cantidad de agua que llevan y con la textura que tendrán después de descongelarse.
En resumen, congelar la fabada y otros platos similares puede ser una excelente opción para ahorrar tiempo en la cocina, siempre que se sigan las recomendaciones adecuadas. Es importante elegir ingredientes de calidad y asegurarse de que el plato esté completamente frío antes de congelarlo en un recipiente hermético y adecuado. Con estas recomendaciones, se puede disfrutar de platos deliciosos y caseros sin la necesidad de pasar mucho tiempo en la cocina.
Concluiré diciendo que, gracias a la congelación, podrás disfrutar de la fabada en cualquier momento del año. Ahora que ya sabes qué es la fabada y cómo prepararla, es importante que sepas que la puedes congelar para disfrutarla cuando desees. En esta entrada te hemos explicado todo lo que debes saber para congelarla de manera segura y efectiva. Si quieres saber más sobre la congelación de otros platos, te invitamos a leer nuestros otros artículos en Dime si se puede.