El aval con propiedad compartida es una opción que se utiliza cuando se necesita garantizar el pago de un crédito o préstamo. En este caso, la persona interesada no solo ofrece su propia propiedad como garantía, sino que también comparte los riesgos y beneficios con un tercero.
En este artículo vamos a ver qué es exactamente el aval con propiedad compartida, cómo funciona, cuáles son los requisitos necesarios para llevarlo a cabo, y cuáles son los beneficios y riesgos que implica.
Si estás pensando en avalar con una propiedad compartida o simplemente quieres saber más sobre esta opción de garantía, sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber. ¡Empecemos!
Qué significa avalar con una propiedad compartida
Avalar con una propiedad compartida significa utilizar un bien inmueble en conjunto con otros propietarios para respaldar un préstamo. En la práctica, esto significa que si uno de los propietarios no cumple con sus obligaciones de pago, los demás deberán cubrir su porcentaje de la deuda.
Cómo definir la propiedad compartida
La propiedad compartida se refiere a la co-posesión de un bien inmueble entre varias personas, cada una con un porcentaje de la propiedad. Esto se puede lograr mediante la compra en conjunto de una vivienda o a través de una herencia.
Cómo funciona el aval con propiedad compartida
El aval con propiedad compartida funciona de manera similar al aval con una propiedad única. En este caso, uno o más propietarios se comprometen a respaldar el préstamo con su porcentaje de la propiedad compartida.
Requisitos para avalar con una propiedad compartida
Cómo deben ser las escrituras de la propiedad compartida
Las escrituras de una propiedad compartida deben incluir los detalles precisos de los dueños y su porcentaje de posesión. Es vital que los herederos y la madre concedan su consentimiento, ya que sin él, el banco no aceptará el aval. La propiedad debe estar libre de cargas o hipotecas, y se debe hacer un análisis previo para determinar el valor real de la propiedad compartida.
Qué porcentaje se puede utilizar como aval
Generalmente, se puede utilizar hasta el 50% de la propiedad como aval. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de diversas circunstancias, como el valor real de la propiedad, la capacidad financiera del avalista y la política interna del banco. Es importante tener en cuenta que el avalista será responsable del monto restante que no haya sido cubierto por la propiedad adquirida en caso de impago del préstamo. Además, los avalistas deben exigir la cláusula del beneficio de excusión en la constitución del aval, ya que esto les protege ante posibles reclamaciones del banco.
Propiedades compartidas
¿Qué son las propiedades compartidas?
Las propiedades compartidas son aquellas que pertenecen a múltiples propietarios, quienes poseen un porcentaje de la propiedad en función de la cantidad que hayan invertido. Esto significa que las decisiones relacionadas con la propiedad deben ser tomadas por todos los dueños.
¿Cómo se dividen los costos de una propiedad compartida?
En general, los costos de la propiedad, incluyendo los gastos de mantenimiento y reparación, se dividen en función del porcentaje de posesión de cada dueño. Esto significa que aquellos que poseen un mayor porcentaje de la propiedad serán responsables de una mayor parte de los costos.
¿Cómo afecta la propiedad compartida a la venta de la misma?
La venta de una propiedad compartida puede ser más complicada que la venta de una propiedad que pertenece a un solo dueño. Deben tomarse en cuenta los acuerdos establecidos en las escrituras y obtener el consentimiento de todos los propietarios antes de proceder a la venta.
Los beneficios y riesgos de avalar con una propiedad compartida
Cómo beneficiarse de un aval con propiedad compartida
Para utilizar una propiedad compartida como garantía para un préstamo, es necesario que todos los herederos y la madre den su consentimiento, de lo contrario, el banco no aceptará el aval. Además, es importante que los avalistas exijan la cláusula del beneficio de excusión en la constitución del aval, para que el banco no pueda reclamar el pago al deudor o a los avalistas en caso de impago del préstamo.
Por tanto, para ser un avalador confiable en propiedades compartidas se deben tomar algunos pasos clave, como tener una educación adecuada en avalúo de bienes raíces, experiencia en el sector, tener una licencia de práctica en el área y estar registrado en una organización profesional. Además, es importante redactar informes precisos y detallados sobre la propiedad evaluada y comunicar claramente los hallazgos y opiniones a los propietarios y clientes potenciales.
Los posibles riesgos al avalar con una propiedad compartida
A pesar de los beneficios que ofrece avalar con una propiedad compartida, también hay que tener en cuenta los posibles riesgos. En caso de impago del préstamo, el avalista será responsable del monto restante que no haya sido cubierto por la propiedad adquirida, lo que puede llevar a un endeudamiento significativo y la pérdida de la propiedad compartida. Por lo tanto, es importante evaluar cuidadosamente la capacidad de pago antes de decidir avalar con una propiedad compartida.
Otro factor importante a considerar es que, al poner nuestra vivienda como garantía de un crédito, existe el riesgo de perderla si no se pueden hacer frente a las mensualidades. Por lo tanto, es importante tener en cuenta cuánto se está dispuesto a arriesgar antes de avalar con una propiedad compartida.
En conclusión, avalar con una propiedad compartida puede ser una buena opción para obtener préstamos bancarios para proyectos financieros importantes, pero se deben considerar tanto los beneficios como los riesgos antes de tomar esta decisión. Es importante evaluar cuidadosamente la capacidad de pago y excluir la cláusula del beneficio de excusión en la constitución del aval, para evitar posibles problemas financieros en el futuro.
Preguntas frecuentes sobre se puede avalar con una propiedad compartida
¿Cómo poner una propiedad a nombre de varias personas?
Para poner una propiedad a nombre de varias personas, hay varias opciones. La primera es la propiedad compartida. En este caso, el inmueble pertenece a todas las personas de forma igualitaria y todas deben estar de acuerdo en la gestión y uso del bien.
Otra opción es la propiedad proindiviso. En este caso, cada persona tiene una parte específica del inmueble y puede disponer de ella de forma independiente.
Para poner una propiedad a nombre de varias personas, es necesario realizar un contrato de compraventa en el que se especifiquen los nombres de los compradores y su participación en la propiedad. Además, si se quiere evitar futuros problemas en la gestión y uso del bien, es recomendable también hacer un acuerdo entre los compradores que regule el uso y la administración del inmueble.
En cuanto a los aspectos legales, es importante que todos los compradores estén al corriente de sus obligaciones fiscales y que estén dispuestos a asumir las posibles deudas o cargas que pudieran afectar la propiedad.
En definitiva, poner una propiedad a nombre de varias personas puede ser una buena opción para compartir gastos y responsabilidades, pero es necesario ser conscientes de las obligaciones y responsabilidades que ello conlleva.
En resumen, avalar con una propiedad compartida implica usar un porcentaje de una propiedad que se comparte con alguien más como garantía en una operación financiera. Es importante tener en cuenta los requisitos legales y el porcentaje que se puede utilizar como aval, así como los beneficios y riesgos que conlleva. Si estás buscando más información sobre este tema y otros relacionados con tus finanzas personales, te invito a que visites mi blog “Dime si se puede”. En él encontrarás muchos otros artículos con consejos y recomendaciones para manejar mejor tu dinero. ¡Te espero!