En el embarazo, es importante tener una alimentación equilibrada y saludable para el correcto desarrollo del bebé. Una de las preguntas más frecuentes que surgen entre las mujeres embarazadas es si pueden consumir quesos. Es cierto que algunos quesos pueden estar contaminados con la bacteria Listeria monocytogenes, la cual puede ser peligrosa para el feto. Es por eso que no todos los quesos son aptos para el consumo durante el embarazo. Sin embargo, existen algunos tipos de quesos que sí se pueden comer sin problemas. En este artículo, te explicamos qué tipos de quesos pueden consumir las embarazadas en función de su grado de maduración. Sigue leyendo y descubre qué quesos son seguros para ti y tu bebé.
Quesos suaves y frescos
Requesón
El requesón es un tipo de queso fresco que se elabora a partir de la leche de vaca, oveja o cabra y se utiliza en muchas recetas de la cocina mediterránea. Se caracteriza por tener una textura cremosa y un sabor suave y ligeramente dulce. El requesón es rico en proteínas, calcio y fósforo, nutrientes importantes para el correcto desarrollo del feto durante el embarazo. Es un queso seguro para consumir siempre y cuando se trate de leche pasteurizada.
Queso de Burgos
El queso de Burgos es otro tipo de queso fresco de origen español, que se elabora a partir de leche de vaca y se caracteriza por su sabor suave y ligeramente ácido. Es un queso bajo en grasas y alto en proteínas, calcio y fósforo, elementos esenciales para mantener una buena salud durante el embarazo. Este queso es seguro para consumir si se trata de leche pasteurizada.
Queso fresco
El queso fresco es un tipo de queso suave que se elabora a partir de leche pasteurizada de vaca, oveja o cabra. Es bajo en grasas y un buena fuente de proteínas, calcio y fósforo, nutrientes esenciales para el crecimiento del feto durante el embarazo. Es un queso seguro para consumir siempre y cuando se trate de leche pasteurizada.
Feta
La feta es un queso suave y salado originario de Grecia, que se elabora a partir de leche de oveja y/o cabra. Aunque es un queso muy versátil en la cocina mediterránea, es importante tener cuidado al consumirlo durante el embarazo. Si está elaborado a partir de leche pasteurizada y se consume con moderación, la feta es segura para el consumo de mujeres embarazadas.
Quesos semicurados y curados
Queso de cabra semicurado
El queso de cabra semicurado es un tipo de queso que se elabora a partir de leche de cabra y se madura durante un corto período de tiempo, generalmente entre 30 y 60 días. Se caracteriza por tener una textura suave y una acidez delicada. Es una excelente opción para aquellos a los que les gusta el sabor distintivo de los quesos de cabra y también buscan una opción más suave que el queso de cabra curado.
Este tipo de queso es rico en proteínas y en nutrientes importantes como el calcio, el fósforo y las vitaminas A y B12. Además, debido a su contenido de grasa, es especialmente adecuado para aquellos que buscan un aporte energético extra.
Queso Gouda
El queso Gouda es un queso semicurado originario de Holanda. Este queso se elabora a partir de leche pasteurizada de vaca y se madura durante un período de tiempo de entre uno y seis meses. Tiene una textura firme y ligeramente elástica, y un sabor suave y dulce.
El queso Gouda es una excelente fuente de proteínas y calcio, y también es rico en vitaminas A y B12. Además, este queso es bajo en sodio, lo que lo hace una opción saludable para aquellos que quieren cuidar su alimentación.
Queso Emmental
El queso Emmental es un queso suizo que se elabora a partir de leche de vaca y se caracteriza por sus agujeros característicos y su sabor suave y dulce. Este queso se madura durante un período de tiempo de entre tres y cuatro meses, y se utiliza ampliamente en cocina, especialmente en la elaboración de sándwiches, fondues y platos gratinados.
El queso Emmental es especialmente rico en calcio y proteínas, y también es una buena fuente de vitaminas A y B12. Además, su bajo contenido en grasas lo convierte en una opción saludable para aquellos que buscan cuidar su alimentación.
Queso Parmesano
El queso Parmesano es un queso italiano que se elabora a partir de leche de vaca y se caracteriza por su sabor fuerte y salado. Este queso se madura durante un período de tiempo de entre 18 y 36 meses, lo que le confiere un sabor intenso y característico.
El queso Parmesano es rico en proteínas, calcio y fósforo, y contiene también una gran cantidad de vitaminas A y B12. Además, este queso es bajo en grasas y calorías, lo que lo convierte en una excelente opción para aquellos que buscan cuidar su alimentación.
Preguntas frecuentes sobre que tipo de queso puede comer una embarazada
¿Qué tipo de queso no puedo comer si estoy embarazada?
Durante el embarazo, es importante llevar una alimentación saludable y equilibrada para el correcto desarrollo del feto. En cuanto a los productos lácteos, el queso es una fuente importante de calcio y proteínas, pero no todos son aptos para ser consumidos durante esta etapa.
Los quesos blandos y semiblandos elaborados con leche cruda, como el queso camembert, brie y feta, deben ser evitados ya que pueden contener la bacteria Listeria monocytogenes, la cual puede causar graves problemas de salud en el feto. Además, cualquier queso que tenga una capa exterior comestible como el queso azul también debe ser evitado.
Es importante leer las etiquetas de los productos lácteos y asegurarse de que estén elaborados con leche pasteurizada, ya que este proceso de pasteurización elimina la bacteria dañina.
En resumen, durante el embarazo se deben evitar los quesos blandos y semiblandos elaborados con leche cruda y cualquier queso con una capa exterior comestible. Los quesos elaborados con leche pasteurizada son seguros para el consumo. Recuerda siempre leer las etiquetas y consultar con un profesional de la salud en caso de dudas.
¿Cuál es el queso no pasteurizado?
El queso no pasteurizado, también conocido como queso crudo, se elabora con leche sin pasteurizar, es decir, leche que no ha sido sometida a altas temperaturas para eliminar bacterias. Este tipo de queso es muy apreciado por su sabor y textura, pero también puede representar un riesgo para la salud, ya que puede contener bacterias perjudiciales para el consumo humano.
Entre los quesos no pasteurizados más conocidos se encuentran el Roquefort, el Brie, el Camembert y el queso de cabra. Estos quesos se elaboran con leche cruda, por lo que su sabor es más intenso y complejo que el de los quesos pasteurizados.
A pesar de su sabor característico, es importante tener en cuenta que el consumo de queso no pasteurizado puede acarrear riesgos para la salud. Algunas de las bacterias que pueden encontrarse en este tipo de queso son la Listeria, E. coli y Salmonella, que pueden causar enfermedades como la intoxicación alimentaria.
Si decides consumir queso no pasteurizado, asegúrate de comprarlo en lugares seguros y de confianza. Además, es recomendable que lo consumas fresco y no lo dejes refrigerado durante demasiado tiempo, ya que las bacterias se multiplican rápidamente en estos productos.
En definitiva, el queso no pasteurizado puede ser una deliciosa opción gastronómica, pero es importante tener precaución al consumirlo para evitar riesgos para la salud. Es recomendable que consultes con un nutricionista para conocer cuál es la mejor opción de queso para incluir en tu dieta.
¿Qué es el queso pasteurizado?
El queso pasteurizado es aquel que ha sido tratado térmicamente para eliminar los posibles microorganismos patógenos. Este proceso se lleva a cabo mediante la aplicación de altas temperaturas durante unos minutos y posterior enfriamiento rápido, lo que permite que el queso conserve sus características organolépticas y nutricionales.
De esta forma, se asegura la eliminación de bacterias y virus, además de prevenir la aparición de enfermedades alimentarias como la listeriosis o la salmonelosis, especialmente en aquellos casos en los que el queso es consumido por personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Es importante destacar que el proceso de pasteurización no afecta significativamente su valor nutricional y que, por lo general, suele ser usado en la fabricación de quesos blandos y frescos.
En general, el queso pasteurizado es una opción segura y saludable que puede ser una alternativa interesante para aquellas personas con problemas de salud que les impidan consumir quesos no pasteurizados. Como nutricionista, recomiendo siempre leer las etiquetas de los productos y verificar que el queso haya sido pasteurizado si se desea minimizar los riesgos asociados al consumo de lácteos.
¡No te preocupes más! Si estás embarazada y tienes antojo de queso, hay una lista de quesos seguros que podrás disfrutar sin problema. Solo debes asegurarte de que estén pasteurizados y que pertenezcan a las categorías de quesos suaves y frescos, así como de quesos semicurados y curados. Dentro de esta lista, podrás deleitarte con queso de Burgos, requesón, feta, queso fresco, queso de cabra semicurado, queso Gouda, queso Emmental y queso Parmesano. Si deseas conocer más información sobre qué alimentos puedes comer durante tu embarazo, no dudes en visitar mi blog ¡Dime si se puede! para seguir leyendo sobre el tema. ¡Disfruta de tus antojos sin preocupaciones!